Los presidentes Vladimir Putin y Donald Trump se reunirán el 16 de julio en Helsinki para su primer cumbre bilateral, con el objetivo de mejorar las relaciones muy deterioradas entre Rusia y Estados Unidos.
En la cumbre se hablará del "estado actual y de las perspectivas de desarrollo de las relaciones rusoestadounidenses", así como de los principales temas internacionales, informó el Kremlin en un comunicado.
Hasta ahora Trump y Putin sólo coincidieron al margen de eventos internacionales.
La cumbre está en preparación desde hace meses y el Kremlin y la Casa Blanca la anunciaron el jueves simultáneamente.
El encuentro será un nuevo intento por relanzar las relaciones de las dos potencias una década después del intento de Barack Obama.
Los últimos años la lista de desacuerdos sólo se alargó. Desde el apoyo de Moscú al régimen sirio, mientras que Washington apoya a los rebeldes, a la anexión de Crimea por Rusia acusada además de apoyar a los separatistas del este de Ucrania, o la injerencia rusa en la campaña presidencial estadounidense.
El encuentro se llevará a cabo en momentos en que Donald Trump agita el tablero diplomático y da la espalda a sus aliados europeos en el G7.
"Los dos líderes van a hablar de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia así como de cierto número de temas relacionados a la seguridad nacional", precisó por su lado la Casa Blanca.
Trump afirmó el miércoles por la noche que tenía intención de evocar la guerra en Siria y la crisis en Ucrania con Putin, y se mostró prudente pero optimista: "Creo que hablaremos de muchos otros temas. Y ya veremos qué pasa [...] Pero creo que de las reuniones con personas pueden salir muchas cosas buenas".
El acuerdo para organizar esta cumbre, vigilado de cerca en Estados Unidos, donde Rusia es acusada de haber favorecido la elección de Donald Trump, se cerró el miércoles en una visita a Moscú del asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
Putin, que recibió a Bolton en el Kremlin, afirmó que espera al menos "unos primeros pasos para restablecer relaciones completas", asegurando que nunca buscó "una confrontación".
"Hay que reconocer desgraciadamente que las relaciones rusoestadounidenses no están en su mejor momento", agregó, estimando que se trataba del "resultado de una dura lucha política interna en Estados Unidos".
El último encuentro entre los dos mandatarios fue una breve conversación al margen de una cumbre del G20 en Vietnam, en noviembre. Desde la reelección de Putin en marzo buscan reunirse.
Según el Kremlin la cumbre incluirá una reunión cara a cara, una comida de trabajo, una conferencia de prensa conjunta y la publicación de una declaración conjunta.
Antes de este encuentro, Donald Trump debe asistir a la cumbre de la OTAN prevista el 11 y 12 de julio en Bruselas, seguida de un viaje a Londres el 13.
El 15 de julio Putin asistiría a la final del Mundial de fútbol.
Antes de dejar Moscú Bolton explicó que era "importante que los dos líderes de países de una importancia crítica se encuentren para hablar de sus problemas mutuos y sectores de cooperación".
"No excluyo que lleguen a un acuerdo concreto pero hay numerosos temas para tratar", agregó.
La cumbre debería permitir abordar temas de desarme, luego de que tanto Moscú como Washington hicieran los últimos meses declaraciones sobre el refuerzo de sus capacidades militares.